Susan C.
Quiero agradecer al personal de Serena Center por su excelente cuidado para mi mamá de 94 años. En octubre de 2015, era evidente que su estado avanzado de Alzheimer había progresado al punto en que no podía estar sola. Busqué lugares que le “asentaran” bien, sin embargo de todos los lugares en el área de San Diego costaban el triple de lo que podíamos pagar. No había manera que yo la cuidara debido a que tengo que trabajar.
Soy hija única y no había nadie más que le ayudara. Una trabajadora social me sugirió buscar en México y me dio tres ubicaciones en Tijuana, Rosarito y Ensenada. Ensenada me quedaba demasiado lejos y el lugar en Tijuana tenía un ambiente muy “institucional” . Pero Serena en Rosarito me pareció muy cálida y acogedora que tiene una sensación de vivir en una casa grande. Las cuidadoras y enfermeras hablan inglés y son muy pacientes con el cuidado de los residentes; este es un trabajo desafiante pero jamás están apuradas o irritadas. Mi madre siempre está limpia y bien cuidada, disfruta de su cuarto privado y pudimos llevarle muebles y cosas personales. Estoy contenta con todo el equipo.
Mi mamá dice que las cocineras preparan comida grandiosas, las enfermeras me mantienen al tanto de su salud muy atentamente, la personas encargada de la limpieza tiene siempre reluciendo el lugar, el terreno es hermoso y con buen mantenimiento por parte del jardinero y el staff de la oficina siempre están disponibles y, lo mejor de todo, este tipo de cuidado es accesible, costando aproximadamente la mitad de lo que cuesta en Estados Unidos. Los últimos años de mi madre los pasará confortablemente y yo podré descansar fácilmente sabiendo que está bien cuidada.
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