Como imaginarás, cuidar a un familiar es una de las experiencias más dignas y merecedoras de reconocimiento por parte de la sociedad, es una situación que muchas personas a lo largo de sus vidas acaban experimentando. Por lo general, la familia es la que asume la mayor parte del cuidado de las personas mayores (72 % de la ayuda).
Según datos aportados por el INEGI en 2012 el 26.8% de los adultos mayores reportó tener alguna limitación para realizar actividades de autocuidado (caminar, vestirse, levantarse de la cama o bañarse); y el porcentaje más alto se encontró entre quienes tienen 80 años y más (47.6%). Lo cual determina que al menos uno de cada cuatro adultos mayores en México requiere de ayuda para las actividades del diario vivir.
Las hijas y los hijos como cuidadores.
Cuando la pareja ya no está o no se encuentra capacitada para llevar a cabo las tareas de cuidado la responsabilidad suele caer sobre los hijos de la persona dependiente. Esta situación supone un fuerte impacto emocional para ti como hijo, que ves cómo tus padres ya no pueden valerse por si mismos. Del mismo modo, se da una inversión de roles considerable ya que pasas de ser de “los cuidados” a ser de “los cuidadores”.
Cuando se trata de una familia compuesta por varios hermanos las tareas se suelen repartir, aunque conforme las necesidades de atención van incrementando tal vez tu acabes adoptando el papel de cuidador principal.
Esto puede llegar a generar ciertos inconvenientes sobre todo en la conciliación con tu vida profesional y familiar. A menudo deberás ajustar tu horario laboral a una media jornada o restar tiempo de cuidado a tu familia (cónyuge e hijos) para poder cumplir con tu nuevo papel de cuidador. Muchas veces sueles adoptar este rol de forma temporal, aunque a menudo acaba evolucionando en una situación mucho más duradera.
Cuando se empieza a ser cuidador ¿En qué punto cambia el rol?
Algunas de las diversas formas en que puede comenzar el cuidado son las siguientes:
- Tras una enfermedad aguda y una hospitalización que requiere un período de convalecencia, por ejemplo, una caída.
- Tras un período de fragilidad física asociado a un envejecimiento biológico normal que, poco a poco, exige más ayuda.
- A causa de una enfermedad degenerativa de la que ya existían algunas evidencias.
Tareas frecuentes de los cuidadores
- Ayuda en las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.).
- Ayuda para el transporte fuera del domicilio (por ejemplo, acompañarle al médico).
- Ayuda para el desplazamiento en el interior del domicilio.
- Ayuda para la higiene personal (peinarse, bañarse, etc.).
- Ayuda para la administración del dinero y los bienes.
- Supervisión en la toma de medicamentos.
- Colaboración en tareas de enfermería.
- Ayuda para la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse.
- Hacer muchas “pequeñas cosas” ( por ejemplo, llevarle un vaso de agua, acercar la radio, etc.).
¿Cómo asimilar las tareas?
Fase 1: negación o falta de conciencia del problema
Sabemos que puede ser frecuente que utilices la negación como un medio para controlar tus miedos y ansiedades. Este estado es normalmente temporal, conforme el tiempo empieza a hacerse cada vez más difícil creer que está “simplemente distraído” o que se trata de una “enfermedad temporal”.
Fase 2: búsqueda de información.
En esta fase, es posible que comiences a buscar información para aprender lo máximo posible acerca del trastorno o trastornos que sufre tu familiar y sobre sus posibles causas. Buscar información es una estrategia básica de afrontamiento, ésta puede ser:
- ¿En qué consiste la enfermedad que sufre mi papá o mamá?¿Cuáles son sus causas?
- ¿Qué es lo que puedo hacer ellos para ayudarlo?
- ¿Qué recursos puedo utilizar y en qué servicios puedo encontrar algún tipo de ayuda o asesoramiento?, ¿Cómo puedo acceder a dichos recursos y servicios?
Fase 3: reorganización
Contando ya con la información y recursos externos de ayuda, con la voluntad de la familia para compartir la responsabilidad y con una idea más precisa de los problemas a los que hay que enfrentarse, como cuidador dispondrás de las herramientas necesarias para afrontar adecuadamente la situación del cuidado.
Fase 4: resolución
Con ese aumento del control sobre la situación y el reconocimiento de que como cuidador/a serás capaz de manejar y sobrellevar los cambios y desafíos que supone la situación de cuidado, surge un nuevo período de adaptación.
“Me di cuenta que mi mamá necesitaba ser cuidada cuando las cosas que normalmente hacía con fluidez comenzaron a ser difíciles para ella, la veía cansada y desanimada, después de mucho hablar con ella decidimos que es mejor que yo la cuide. Somos dos hermanos, pero mi hermano mayor no vive en la ciudad, soy la única que la cuida aunque el me ayuda económicamente, nos estamos ajustando a esta nueva manera de vivir, quiero que ella esté bien” -María Luisa Ramirez – Mexicali B.C.
División de responsabilidades
¡No estas solo! El cuidado de una persona mayor implica múltiples y variadas tareas y responsabilidades, así como grandes dosis de tiempo y esfuerzo, características que hacen imposible que dicha situación pueda ser asumida sin problemas por una sola persona. Una fórmula ideal para llegar a una acuerdo es la organización de reuniones familiares. Algunas cuestiones a tratar con tu familia pueden ser: ¿Qué personas están dispuestas a participar en el cuidado?, ¿Qué limitaciones tiene cada miembro de la familia para la prestación de la ayuda?, ¿Quién se va a ocupar de qué?, ¿Qué tareas serán llevadas a cabo por quién?, ¿En qué días?.
Cuidar a un familiar que depende de nuestra ayuda para satisfacer sus necesidades puede ser una de las experiencias más conmovedoras y satisfactorias. Cuidar a otra persona puede hacer que en las numerosas tareas que ello implica descubras en ti mismo cualidades, aptitudes o talentos que, probablemente, de otra forma hubieran pasado desapercibidas.
En Tuteli queremos estar contigo, para que tú y tu familia vivan tranquilos, acompañamos a mamá y papá en su diario vivir. Conoce más acerca de cómo podemos ayudarte.
Fuentes de consulta:
Rincón del cuidador. (Junio 29, 2015). El rol de los cuidadores familiares: Parejas e hijos. 21 febrero 2016, de Blog Dignidad y calidad de vida Sitio web:http://www.elrincondelcuidador.es/blog/el-rol-de-los-cuidadores-familiares-parejas-e-hijos/
Ruiz, A. (Abril, 2012). Cuidadores: responsabilidades-obligaciones. Medigraphic, 11, 163-169. 22 de febrero 2016, De Enfermería neurológica
INEGI. (2005). Los Adultos Mayores en México, Perfil sociodemográfico al inicio del siglo XXI . Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
CNN. (2015). Los adultos mayores ganan terreno en la población: Inegi. 22 de febrero 2016, de CNN Expansión Sitio web:http://www.cnnexpansion.com/economia/2015/12/08/los-adultos-mayores-ganan-terreno-en-la-poblacion-inegi
Gutierrez, L.. (2012). Discapacidad y dependencia en adultos mayores mexicanos: un curso sano para una vejez plena. Evidencia para la política pública en salud