Abril| 2021
El baile es una combinación entre deporte y placer, es un ejercicio físico estimulante que pone en marcha todo los músculos del cuerpo y proporciona la intensidad necesaria para mantenerse en forma; la danza es un mecanismo sumamente complejo que estimula varias áreas del cerebro como la coordinación y la memoria abarcando el aspecto emotivo, sensorial y motor, por lo tanto, puede aportar numerosos beneficios, especialmente para la salud de las personas mayores, siempre y cuando se practique con moderación.
La pérdida del tono muscular y la densidad ósea no se pueden evitar con el paso de los años, sin embargo, estar físicamente activo puede disminuir el impacto y los riesgos asociados al envejecimiento.
Los músculos, el corazón y el cerebro resultan favorecidos por combinar la actividad física con la necesidad de memorizar pasos, movimientos y canciones, además fomenta la socialización, combate la soledad y el estrés: es un antidepresivo natural, sin efectos secundarios ni contraindicaciones.
Estudios científicos de la Universidad Tecnológica de Auckland, Nueva Zelanda, explican sobre los beneficios del baile en personas mayores, concluyendo que “los adultos mayores pueden mejorar de manera significativa su capacidad aeróbica, la resistencia, fuerza y flexibilidad de su masa muscular, su agilidad y su equilibrio a través del baile”. El trabajo añade que la danza también podría beneficiar el mineral de los huesos, así como reducir los riesgos de problemas cardiovasculares y el de caídas.

“El baile tiene efectos favorables para el cerebro, algunos expertos lo utilizan en tratamientos contra el mal de Parkinson”. Así lo explica el artículo de neurociencia “dancing and brain” publicado en 2003 por la Universidad de Harvard, Estados Unidos. El trabajo cita además, un estudio de la Universidad de Columbia, en Nueva York, que destaca el doble beneficio de esta actividad: mientras el baile activa los circuitos motores y sensoriales del cerebro, la música estimula los centros de gratificación, por eso es que las canciones nos hacen sentir bien.
Esos beneficios se relacionan no solo con la actividad física que la danza representa, sino también con cuestiones mentales y emocionales vinculadas a esta práctica; por ejemplo, mejora el ánimo favoreciendo el buen estado físico.
De acuerdo con los expertos de Harvard, el baile reduce el estrés, incrementa los niveles de serotonina y ayuda a desarrollar nuevas conexiones neuronales, además de mejorar la coordinación de movimientos y la agilidad, potencia la memoria, también ayuda a relajarse y liberar la mente.
Es importante que quienes practiquen el baile se encuentren cómodos y seguros, también que se diviertan bailando. Además, según vayan avanzando, verán que se encuentran mejor y que tienen más coordinación y agilidad; esta forma de movimiento no es solo una experiencia corporal, sino que también ayuda a desarrollar las relaciones humanas promoviendo la empatía y la capacidad de compartir con otros formando bienestar.
Lidia Villegas, Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la U.A.B.C.
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Bibliografía:
https://neuro.hms.harvard.edu/harvard-mahoney-neuroscience-institute/brain-newsletter/and-brain/dancing-and-brain
https://journals.humankinetics.com/view/journals/japa/17/4/article-p479.xml